sábado, 17 de febrero de 2018

La Guerra de los Cien Años

La Guerra de los Cien Años fue una serie de conflictos ocurridos entre 1337 y 1453 que involucró a las dos mayores potencias de la época, Inglaterra y Francia. Con la principal causa de la disputa por la sucesión del trono francés, la guerra duró un poco más de 100 años, aunque obviamente tales enfrentamientos no ocurrieron de forma ininterrumpida. Entre otros elementos, la Guerra de los Cien Años es importante por el hecho de marcar el final de la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna.

Causas de la Guerra de los Cien Años

El conflicto se formó después de que el rey francés Carlos IV murió sin dejar herederos en 1328. Tal situación llevó a su sobrino Eduardo III, rey de Inglaterra, a reivindicar el trono francés para sí. Sin embargo, la idea de unificación de las coronas inglesa y francesa se chocó en los intereses de los nobles franceses, que en una asamblea aclamaron como rey Felipe VI, conde de Valois, un primo lejano de Carlos VI.

El estallido de la Guerra de los Cien Años se dio en el momento en que Felipe VI confiscó a los ducados de la Gascuña y de la Guianam que, aunque estuvieran en suelo francés, habían sido heredados por Eduardo III.

El desarrollo de la guerra

De hecho, la confrontación entre ingleses y franceses se perpetuaron por más de un siglo, pasando por cinco generaciones de reyes. Sin embargo, como ya se ha dicho anteriormente, tales disputas no se dieron de forma continua. A lo largo de ese período, muchas veces cada lado estaba más enfocado en resolver sus problemas internos, sin contar la ocurrencia de la Peste Negra, un episodio que definitivamente colocó una pausa en los enfrentamientos.

Aunque Francia era más rica y tenía una población mucho mayor, se encontraba un tanto fragmentada en territorios controlados por nobles. Tal realidad permitía que los ingleses tuvieran una mayor ventaja en la guerra, ya que eran más unidos y organizados como nación. Además de haber recuperado algunos territorios, Inglaterra avanzó sobre nuevas regiones y oficializó tales conquistas con la firma del Tratado de Brétigny, en 1360.

Joana D'Arc en la Batalla de Orléans.

Alrededor de 1420 el rey inglés Enrique V decidió reclamar nuevamente el trono francés, garantizando para sí tal derecho de sucesión por medio de la firma del Tratado de Troyes. Sin embargo, tal movimiento creó un ambiente extremadamente turbulento, ya que Francia quedó dividida en dos reinos: norte, gobernado por el rey inglés, y sur, aún comandado por el francés Carlos VII. De esta forma, crecía en los franceses un sentimiento de extrema insatisfacción con la dominación extranjera.

A partir de ahí surgió la figura de la joven campesina Juana de Arco, la cual movilizó tropas y poblaciones locales contra los ingleses bajo un ideal hasta entonces inédito:

Si antes los ejércitos franceses luchaban aisladamente por cada uno de sus señores feudales, ahora pasarían a luchar por Francia y su rey, realidad que generó un espíritu de unión y nacionalismo francés.

Consecuencias de la Guerra de los Cien años

Incluso con la muerte de Juana de Arco, los franceses lograron expulsar a los ingleses de su territorio y un tratado de paz finalmente fue firmado en 1453, poniendo fin a los conflictos. Las principales consecuencias de la Guerra de los Cien Años fueron el debilitamiento del feudalismo y la construcción de un espíritu de identidad nacional entre los franceses, abriendo camino para la formación de los Estados Modernos y el inicio del Absolutismo.

miércoles, 14 de febrero de 2018

La Guerra Fria

la guerra fria

La Guerra Fría fue una especie de conflicto teórico (sin uso de fuerza militar) entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Lo mismo se inició luego de la Segunda Guerra Mundial (1945) y terminó durante el final de la década de los 80, con la decadencia de la URSS. Después de la Revolución rusa y la instalación del socialismo en Rusia, el país comenzó a vivir un período de significativos cambios socioeconómicos. De hecho, la Unión Soviética se estaba transformando en una gran potencia, teniendo incluso, gran importancia para la victoria de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial.

Después del fin del conflicto, el mundo pasó a convivir con dos grandes potencias y dos sistemas políticos antagónicos: los Estados Unidos y el capitalismo frente a la Unión Soviética y el socialismo. A partir de 1945, los dos países comenzaron una intensa y larga disputa que involucró diversos aspectos. Como ya se ha dicho, la Guerra Fría no involucró una confrontación militar directa entre las dos potencias, aunque la necesidad de armarse hasta los dientes era algo vital en ese juego de poder. Las alianzas militares también eran fundamentales.

De esta forma, se creó la OTAN de un lado (Organización del Tratado del Atlántico Norte), presidida por Estados Unidos y formada por la mayoría de los países de Europa Occidental, y firmado el Pacto de Varsovia de otro, acuerdo elaborado por la URSS que proponía la defensa mutua de los países socialistas. Para muchos, el principal motivo que llevó a los dos países a no entrar en una guerra propiamente dicha fue el equilibrio existente entre los mismos. Tanto Estados Unidos como URSS poseían armas nucleares, por lo que sabían que una eventual guerra de esa proporción podría arruinar gran parte del planeta.

Así, era preciso reafirmar la superioridad de un sistema sobre el otro de otras maneras. La carrera espacial era una gran oportunidad de mostrar al mundo tal superioridad. Ambos países intentaban alcanzar objetivos inéditos hasta entonces. Resultados: en 1957, la URSS lanzó el cohete Sputnik con un perro dentro, el primer ser vivo a entrar en órbita; en 1969, el estadounidense Neil Armstrong fue el primer hombre en pisar la Luna.

En el ámbito económico, Estados Unidos pronto creó el Plan Marshall, que preveía ayuda financiera para los países de Europa Occidental, significativamente sacudidos por la Segunda Guerra Mundial.

En este contexto, podemos observar una clara preocupación de los estadounidenses en no dejar que Europa pase al lado socialista. Uno de los mayores símbolos de la bipolaridad existente en la época de la Guerra Fría fue el Muro de Berlín. En realidad, Alemania fue dividida en dos países: República Federal de Alemania (capitalista) y República Democrática Alemana (socialista).

El muro dividía la ciudad de Berlín al medio, dejando bien clara la división del mundo en dos ideologías, dos sistemas y dos realidades. Uno de los conflictos militares en que las dos potencias tuvieron participación indirecta fue la Guerra de Corea. Ocurrió entre 1951 y 1953, el mismo se basó en la disputa entre la parte norte (socialista y con el apoyo de la URSS) y la parte sur (capitalista y apoyada por EEUU).

La falta de democracia, los gastos excesivos y principalmente el aislamiento económico hecho en relación a los países capitalistas hicieron que la URSS pasara por una seria crisis económica. De hecho, las condiciones sociales de su población eran significativamente peores. Todo esto llevó al final de la URSS. A partir de la entrada de Mijail Gorbachov al poder en 1985, se inició un proceso que resultó en el fin del socialismo en aquel país. Uno de los hitos históricos que simbolizan el fin de la Guerra Fría y la victoria del capitalismo fue la caída del Muro de Berlín en 1989.

domingo, 11 de febrero de 2018

La Guerra de Secesión o Guerra Civil Americana


Guerra de Secesión

La Guerra de Secesión (también llamada Guerra Civil Americana) fue el mayor conflicto armado de la historia de Estados Unidos. De hecho, el evento resultó en la muerte de cerca de 970 mil personas, el equivalente al mismo número de norteamericanos muertos en las dos Guerras Mundiales juntas. Los motivos del conflicto fueron las grandes diferencias socioeconómicas existentes entre las provincias del norte y las del sur.

La región norte de Estados Unidos vivía un período de fuerte desarrollo económico e industrial, mientras que los estados del sur todavía eran básicamente agrícolas. Sin embargo, la diferencia fundamental que desencadenó la Guerra de Secesión fue el hecho de la existencia del trabajo asalariado en el norte, en contraste con el sistema esclavócrata del sur.

Abolicionista y defensor de la libertad, el representante del norte Abraham Lincoln fue elegido presidente en 1860, hecho que desagradó mucho a las provincias sureñas. Preocupados por una posible abolición del trabajo esclavo en sus territorios, once Estados se desvincularon de la Unión y proclamaron una especie de nuevo país: los Estados Confederados. Los rebeldes aprobaron con una nueva constitución y establecieron Richmond, en Virginia, como capital.

Hasta entonces, no había motivos suficientes para causar una guerra. A diferencia de lo que muchos piensan, la Guerra de Secesión no fue causada por la simple separación de los confederados, ya que desde el punto de vista constitucional, nada obligaba a un estado a permanecer en la Unión. Lo que inició el conflicto armado fue el ataque confederado Forte Sumter, en Carolina del Sur, el 12 de abril de 1861.

Tal acontecimiento fue causado por el miedo a la propagación del abolicionismo de la Unión en sus territorios. Después de muchas victorias y derrotas de ambos lados, prevaleció la lógica: la Unión ganó. Para tener una idea, de los 31 millones de norteamericanos de aquella época, 20 vivían en los Estados del norte. Además, gran parte de la población del sur estaba compuesta por esclavos que no podían ir a la guerra. Por último, podemos citar otras innumerables ventajas del norte, como el uso de ferrocarriles y la posesión de una fuerza naval fuerte y organizada, por ejemplo.

La guerra terminó en abril de 1865, cuando el general confederado Roberto Lee pidió por términos de la rendición. Aunque el conflicto también alcanzó la economía del norte, los estados sureños fueron los que más sufrieron pérdidas: muchas ciudades y plantaciones fueron destruidas, el problema de la falta de mano de obra pasó a ser crítico y la región perdió completamente su monopolio mundial de algodón.

martes, 6 de febrero de 2018

La Civilización Griega

La civilización griega comprendía una considerable área de 77.000 km², que abarca tres regiones: Grecia Asiática, situada en una estrecha franja en Asia Menor, Grecia Insular, en las islas de los mares Jonio y Egeo, y Grecia continental, al sur de la Península Balcánica. La mayor parte del relieve de esas regiones era montañoso, con un suelo impropio para el desarrollo de la agricultura, realidad que llevó a los griegos a hacer del comercio marítimo su principal actividad económica. 

Además, ese fue uno de los factores que resultaron en el surgimiento de ciudades-estados independientes y alejadas unas de otras. Poblada por aqueos, jonios, eolios y dorios, la Grecia Antigua es considerada la cuna de la civilización occidental. La historia de la civilización griega se divide en cuatro fases: período Homérico, Arcaico, Clásico y Helenístico.

Período Homérico

Tal fase (siglo XII al VIII aC) está marcada por la sociedad dividida en genos, grandes grupos familiares que tenían un descendiente en común. Cada grupo estaba encabezado por el patriarca, poseedor de poder político, económico, jurídico y religioso. Además, las propiedades de tierras eran colectivas y había una economía de subsistencia. Sin embargo, poco a poco algunos miembros de los genos comenzaron a reivindicar porciones más extensas, conforme a su grado de parentesco con el patriarca. Así, surgía la propiedad privada y las clases sociales.

Período Arcaico

Con el fin de proteger sus intereses, entre los siglos VIII y VI aC los genos comenzaron a unirse. La unión de dos genos dio origen a las fratrias, que se agruparon y posteriormente formaron las tribus. A pocos, ese proceso de unificación entre varias tribus dio origen a las polis, es decir, a las ciudades-estados (Atenas, Esparta, Tebas, Corinto, Mileto, entre otras). Otro hecho importante del Período Arcaico fue la expansión colonial derivada de la búsqueda de nuevas tierras y alimentos fuera de Grecia, lo que resultó en la fundación de diversas colonias en la costa de los mares Mediterráneo, Egeo y Negro.

Período Clásico

En el Período Clásico (siglo VI al IV aC), Grecia conoció su apogeo, aunque también se había involucrado en numerosos conflictos. Las Guerras Médicas fueron resultado de la disputa entre griegos y persas por la supremacía marítima del Mundo Antiguo. La guerra del Peloponeso fue otro importante conflicto entre la Confederación de Delos, encabezada por Atenas, y la Liga del Peloponeso, encabezada por Esparta.

Período Helenístico

Después de la Guerra del Peloponeso, Grecia se debilitó y acabó convirtiéndose en un blanco fácil para Felipe II, rey de los macedonios en el 338 aC Su hijo, Alejandro Magno, asumió el poder y adoptó una política expansionista, conquistando diversas regiones y provocando la fusión cultura griega con la cultura oriental.

Civilización Griega - Religión y Cultura

Los griegos eran pueblos politeístas, o sea, creían en varios dioses. Su principal divinidad era Zeus, símbolo de la justicia, razón y autoridad. Los dioses griegos eran muy semejantes a los hombres: se casaban, tenían hijos, sentían amor y odio. Además de ellos, había los semidios, héroes y muchas leyendas. El conjunto de estas creencias se llama mitología.

Los griegos tuvieron gran importancia en el desarrollo de la ciencia, las artes y la filosofía, ya que Grecia es considerada la cuna de la civilización occidental. El clima de libertad de las ciudades favoreció el surgimiento de los primeros filósofos, como Sócrates, Platón y Aristóteles. En las artes, los griegos tuvieron destaque en la escultura (Fídias, Míron y Praxíteles) y arquitectura (estilo dórico, jónico y corintio). Algunos dramaturgos, como ésos, Spofocles, Eurípedos y Aristóteles fueron muy importantes. Grandes obras de la Edad Media, como el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría, fueron inspiradas en el arte helenístico.

jueves, 1 de febrero de 2018

El fin de la URSS

fin dela URSS

La Unión Soviética fue uno de los Estados más importantes para la victoria de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial, aunque también fue uno de los más sacudidos económicamente. Sin embargo, el gobierno de Joseph Stalin fue capaz de realizar una eficiente planificación, colocar a la URSS en los caminos del desarrollo y transformarla en una de las grandes potencias mundiales, al lado de Estados Unidos.

Después de haber gobernado la URSS por 29 años, Stalin murió en 1953, siendo sucedido por Nikita Krushev.

El gobierno de Stalin, aunque transformó a la Unión Soviética en una potencia, fue marcado por el autoritarismo, la dictadura, la falta de libertad y corrupción. Cuando asumió el poder, Krushev decidió acabar gradualmente con la política autoritaria del gobierno anterior y trató de adoptar un tono más pacífico con los países capitalistas. Sin embargo, en 1964 el líder fue depuesto, bajo la acusación de abuso de poder. En su lugar asumió Leonid Brejnev, el cual gobernó hasta 1982. Fue justamente en esa época (alrededor de la década de 1970) que los problemas económicos y sociales se acentuaron.

Debido a que la URSS se mantiene aislada económicamente de la mayor parte del mundo, su industria se ha retrasado. Si hace algunos años el país fuera un gran exportador de alimentos, ahora se había convertido en un importador. Con el declive de la actividad industrial y agrícola, surgieron innumerables problemas sociales, con destaque para el acentuado aumento del desempleo. Después de la muerte de Brejnev, en 1982, Andropov y Constantin Tchernenko asumieron el gobierno. Sin embargo, fue en 1985, con la entrada de Mijail Gorbatchev, que la Unión Soviética pasó por bruscos cambios políticos, económicos y sociales. Consciente de los problemas del país era, Gorbachov propuso dos planes: la perestroika (reestructuración) y glasnost (transparencia). La perestroika no era más que un conjunto de medidas propuestas para modernizar y racionalizar la economía.

Así, el plan autorizaba la existencia de organizaciones privadas, la entrada gradual de multinacionales y estimulaba la competencia entre las empresas. Ya glasnost prevista para la reducción de la acción del Estado en la vida de los ciudadanos, es decir, en materia civil.

Entre otras cosas, este conjunto de medidas resultó en el crecimiento de la libertad de expresión y en la liberación de antiguos presos políticos. Con estos cambios y la deconstrucción de todo el sistema socialista, quedó claro que la Unión Soviética estaba con sus días contados. Temiendo el cuadro político que se estaba instalando en Rusia, las otras repúblicas comenzaron a exigir autonomía. En 1991, casi todos los países ya eran independientes. El definitivo fin de la URSS fue oficializado el 21 de diciembre de 1991, con la creación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), organización supranacional formada por Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Kazajstán y Uzbekistán.

miércoles, 31 de enero de 2018

La Revolución Francesa y la Religión Católica


La Revolución Francesa marcó para la Iglesia Católica uno de los períodos más difíciles de su historia. Esto porque la Revolución no sólo propagó los ideales iluministas que incluían un sentimiento anticlerical y anti-religioso, como también ejerció en la práctica esos ideales, muchas veces de forma violenta.

Para conocer mas sobre la relacion que tuvo la iglesia Católica en francia y quien fue Napoleon Bonaparte ingresa en revolución francesa resumen, ahy un claro resumen sobre la historia de este gran suceso en Francia.

Francia siempre tuvo una posición destacada en la cristiandad, desde los siglos medievales, de la conversión de los francos al catolicismo hasta la época en que la ciudad francesa de Avignon abrigó la sed del papado. Fue también Francia uno de los mayores puntos de conflicto entre católicos y protestantes. Tales hechos llevaron a Francia a ser considerada por muchos papas como la "hija predilecta de la Iglesia". En la víspera de la Revolución, el país mostraba un cuadro donde el catolicismo vivía su auge: la población participaba de los ritos religiosos y el clero parroquial cuidaba de la vida religiosa de la sociedad. Ejerciera gran influencia en la vida política, pues el poder absoluto del rey estaba garantizado por el derecho divino, y el propio clero poseía estado de Estado. La religión católica influenciaba también el tiempo, con el calendario gregoriano que poseía fiestas y festivos cristianos. Por fin, era papel del clero presidir las actividades civiles como las bodas y los registros de nacimiento y muerte. Era ese cuadro que la revolución cambiaría radicalmente.

La Revolución Francesa, en su intento de acabar con las estructuras feudales aún vigentes, colocó a la Iglesia Católica en una difícil situación. Desde los primeros pasos de la Asamblea Constituyente hasta la Constitución Civil del Clero, se tomaron medidas capaces de levantar sospechas de que la revolución era hostil al clero. Una de las primeras medidas de los revolucionarios fue la supresión del diezmo y la confiscación de los bienes del clero, para saldar el déficit nacional. Estas medidas, al principio, no causaron un conflicto directo entre la Iglesia y la Revolución francesa.


El conflicto sólo vendría con la Constitución Civil del Clero y el juramento de los sacerdotes. Tal medida dividió al clero francés: el clero constitucional, fiel a la constitución, y el clero refractario, fiel al Papa. Este repudía cada medida de los revolucionarios, pues, además de perder el control sobre el clero francés también perdió sus posesiones territoriales francesas en la ciudad de Avignon.

Es posible afirmar que la Constitución Civil del Clero fue el divisor de aguas en las relaciones entre la Religión Católica y el Estado revolucionario francés. Fue el juramento de los sacerdotes que estimuló la contrarrevolución en la Vendée y la guerrilla campesina de los Chouans -la Chouannerie, en la que participaron el clero refractario y la aristocracia. Fue también la cuestión del juramento que desencadenó un movimiento violento de ataques a los sacerdotes ya los templos. Además, subordina el clero al Estado rompiendo sus vínculos con el Papa.

La Iglesia todavía vendría a perder sus áreas de influencia en la vida política y social. El rey Luis XVI, antes de ser decapitado, está obligado a renunciar a su "poder divino", convirtiéndose en un ciudadano como cualquier otro.
El clero deja de presidir las actividades de la vida civil como el matrimonio y los registros de certificados de nacimiento y de muerte. Es importante resaltar que en el intento de enterrar de una vez la influencia católica, el gobierno abolió el calendario gregoriano acabando con los días de la semana, y consecuentemente, eliminando las fiestas y festivos religiosos, incluso el domingo, conocido como "Día del Señor". Para sustituirlo creó un nuevo calendario, conocido como Calendario Republicano Francés, que marcaría el inicio de la nueva era de la Republica Francesa dando una nueva nomenclatura a los meses y semanas de acuerdo con las estaciones del año.

El período del Terror marca el inicio del movimiento violento que se dio contra la Iglesia Católica. Las iglesias son apedreadas, sacerdotes son forzados a abdicar, imágenes religiosas son destruidas y el culto religioso pasa a ser prohibido. Podemos citar los intentos de sustituir el culto religioso por un culto revolucionario, como el culto a la razón y al Ser Supremo. Estos cultos exaltaban la victoria de la razón y de la conciencia sobre la dominación de la Iglesia. Sobre el culto al Ser Supremo, Robespierre aparece como pontífice de la religión del Estado en el intento de promover la unión entre el sentimiento revolucionario y el sentimiento religioso.

Pasado el período violento del Terror, con la caída de Robespierre, siguió una fase confusa para la religión. Los hombres que lo derribaron eran anticlericales que participaron en esas persecuciones. Sin embargo, la política de la Convención Termidoriana seguía la lógica del retorno de la libertad que el período del Terror había descuidado. A esa lógica de libertad estaba ligada a la cuestión de la libertad de culto. En el período que va de 1795 a 1799, las Asambleas del Directorio actuaban ora permitiendo el retorno al culto, ora regresando a una política de persecución.

Este cuadro sólo se resolver con Napoleón Bonaparte. En el período del Consulado, Napoleón y el Papa Pío VI firman un Concordato que redefine las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Por esa Concordata la Iglesia Católica era reconocida en su unidad y estatuto, la libertad de culto estaba garantizada y el catolicismo era aceptado como la religión de la mayoría de los franceses. Pero la Iglesia quedaba subordinada al Estado, ya que el nombramiento de obispos era hecho por el Consulado. Los territorios de la Iglesia, como Avignon, y sus bienes tampoco son restituidos.

El último pilar del movimiento de ataque a la religión católica, el Calendario Republicano, fue extinto por Napoleón en el Imperio, en 1805.

cronología:
  • 04/08/1789 - Abolición de los derechos feudales y supresión del diezmo.
  • 02/11/1789 - Confiscación de los bienes del clero para saldar déficit nacional.
  • 12/07/1790 - Aprobada la Constitución Civil del Clero.
  • 26/11/1790 - Decreto fijando el plazo de dos meses para el juramento de los sacerdotes en ejercicio a la Constitución.
  • 03/1793 a 03/1796 - Revuelta de la vendimia y guerrilla campesina de los Chouans
  • 07/11/1793 (17 de Brumario del año II) - Abjuración del obispo de París, marca el inicio de la descristianización.
  • 21/11/1793 (1 de Frimario del año II) - Intervención de Robespierre, refrenando la descristianización violenta.
  • 24/11/1793 (4 de Frimario del año II) - Convención Nacional adopta el Calendario Republicano, determinando la fecha de 22/09/1792 como inicio del año I de la Republica.
  • 07/05/1794 (18 de Floreal del año II) - Informe de la Convención que define las relaciones entre Estado e Iglesia.
  • 27/07/1794 (09 de Termidor del año II) - Caída de Robespierre, sucedido por anticlericales que habían participado en la descristianización violenta.
  • 18/08/1797 a 17/09/1797 (Frutidor del año V) - Inicio de la política de persecución religiosa.
  • 07/1801 - Concordato firmado entre Napoleón y el Papa Pío VI.
  • 31/12/1805 - Abolición del Calendario Republicano por Napoleón.

lunes, 22 de enero de 2018

El Feudalismo

feudalismo

Entre los siglos V y X, Europa pasó por significativos cambios a nivel social, político y económico. La crisis del Imperio Romano resultó en una gran disminución de la actividad comercial, originando el ascenso de una economía basada en la subsistencia. Las invasiones bárbaras generaron un clima de bastante inseguridad, obligando a las poblaciones urbanas a migrar al campo.

Este conjunto de factores resultó en lo que llamamos feudalismo, que no es más que un modo de organización social y político basado en las relaciones entre el señor feudal y siervo. Los reyes cedían grandes pedazos de tierra a los nobles a cambio de apoyo militar. Cada porción de tierra era llamada feudo, y sus dueños, señores feudales. Tal título era hereditario, o sea, pasaba de padre a hijo.

La economía feudal se basaba en la agricultura y la ganadería. La fuerza de trabajo de los feudos estaba compuesta por antiguos siervos y plebeyos de la sociedad romana. Tales individuos firmar una especie de pacto con los señores feudales, en el que se comprometían a servirle, pagar impuestos y cumplir diversas otras obligaciones. En cambio, el señor feudal les daba protección y el derecho de usar la tierra para su propio sustento.

De esta forma, el poder de los señores feudales pasó a ser mayor incluso que el del propio rey, ya que éste no era capaz de interferir directamente en las reglas establecidas dentro de los feudos.

Durante cinco siglos, aproximadamente, el feudalismo fue la forma de organización predominante en toda Europa. Tal situación sólo empezó a cambiar a partir del desarrollo de técnicas e instrumentos de producción más modernos, aspecto que resultó en un nuevo ascenso del comercio y en el crecimiento expresivo de los centros urbanos.

jueves, 18 de enero de 2018

La Vida de los faraones de Egipto

la vida de los faraones de egipto
Es verdad que el poder siempre estuvo asociado al lujo y al refinamiento. Palacios, ropas finas y joyas hasta hoy son elementos que forman parte del cotidiano de la mayoría de los presidentes, aunque estos gobernantes sean sólo temporales. Ahora podrías imaginar cómo era la vida de los faraones, verdaderos semidioses? Bueno, es verdad que ellos no podían reclamar de la suerte, pero definitivamente no era algo tan glamoroso como la mayoría piensa ... De hecho, los faraones ejercían autoridad sobre absolutamente todas las cosas. Los reyes de Egipto eran responsables de la administración del reino, por el juicio de todas las causas y conflictos, además de ser los supremos sacerdotes.

En realidad, el gobernante era considerado la propia encarnación de Horus, el más importante dios egipcio. De esta forma, podemos decir que la vida de los faraones era mucho más ligada a la religión que a los placeres de la vida. Obviamente había mucho confort, palacios deslumbrantes y comidas fritas, pero el cotidiano de los reyes de Egipto era un tanto monótono si se compara con la lujosa vida de otros monarcas de la antigüedad.

Cada día el faraón tenía el deber de participar en una ceremonia de adoración en un templo fuera del palacio. Además, pasaba gran parte de su tiempo visitando plantaciones de trigo o acompañando la ejecución de obras. Creer si quieres, pero las mayores diversiones de los faraones eran los juegos de tablero.

Es verdad que los reyes egipcios podían tener varias mujeres, pero olvide la idea de fiestas y orgías tan comunes en el cotidiano de griegos y romanos. En realidad, la costumbre popular de erotización de la cultura egipcia se originó a partir de la visión clásica greco-latina, la cual equivocadamente imaginaba el Oriente como un lugar de lujo y lujuria.

lunes, 15 de enero de 2018

Las creencias religiosas de la época prehistórica



dioses en la prehistoria

La idea de un poder superior ha estado presente desde las primeras comunidades humanas hasta el día de hoy en el sistema de creencias de todas las religiones actuales.

La forma como vivían los antiguos pueblos primitivos condicionaba su manera de entender este poder superior y de relacionarse. Así, los pueblos agrícolas, que dependían de la tierra y de los productos que daba, veían a este poder como alguien que les aseguraba las cosechas si hacían las oraciones y los sacrificios apropiados, es decir, veían a Dios como la 'madre tierra'. Si, en cambio, eran cazadores, lo veían como alguien que los guiaba hacia las zonas apropiadas y les proporcionaba las piezas de caza, lo veían como el Señor de los animales. Y si eran pueblos nómadas, veían a Dios como alguien que les protegía en sus trayectos trashumantes, es decir, lo veían como un padre protector.

La visión de Dios, por tanto, dependía del contexto social en que vivían los pueblos primitivos en la edad antigua. De ahí que al principio pensaran menudo que en realidad eran varios Dioses los que había, uno para cada pueblo.

El hombre primitivo veía que había unos fenómenos naturales que no controlaba, ya los que, quisiera o no, estaba sometido: los ritmos de las naturaleza marcaban las épocas en las que se había de labrar, o marcaban la época de fertilidad de los animales, en la que se debía dejar de cazar para que se pudieran reproducir. Había fuerzas como terremotos, inundaciones o huracanes, que podían arrasar en un momento lo que habían construido con mucho esfuerzo. Había enfermedades, plagas y sequías que de pronto asolaban a todo un pueblo.

Había también el nacimiento, y la muerte, que quisieran o no llegaba a todos los miembros de la tribu. Es a partir de esta conciencia de un poder superior, fuera de su alcance, que empezaron a desarrollar su religiosidad. Sus rituales de oraciones y sacrificios estaban orientados a apaciguar el hurón de aquel poder ya obtener su benevolencia, no sólo en la vida presente sino también en la vida futura, en el más allá.

Hoy en día, gracias a los hallazgos arqueológicos, sabemos que, aparte de la creencia en un poder superior, la creencia en el más allá era una de las creencias religiosas más importantes en la época prehistórica. Lo sabemos por la posición en que enterraban a sus difuntos: la posición fetal. Esta es también la posición de los bebés en el vientre de la madre, y los arqueólogos han deducido de este modo de enterrar que los primeros seres humanos veían la muerte como un nacimiento a una nueva vida, y por tanto creían en el más allá .

Roma-FSSPX: comunicados oficiales

Declaración de la Santa Sede

vaticano escudo

Ciudad del Vaticano, 14 junio 2012 (VIS).- En la tarde del miércoles, 13 de junio, ha tenido lugar el encuentro entre el cardenal William J. Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, y el obispo Bernard Fellay, Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, a quien acompañaba un ayudante. Asistieron también al encuentro el arzobispo Luis Francisco Ladaria Ferrer, S.I.,secretario general de la misma congregación y monseñor Guido Pozzo, secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, segun informa un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

“El objeto del encuentro era presentar la evaluación de la Santa Sede del texto remitido por la Fraternidad Sacerdotal San Pío X el pasado mes de abril como respuesta al 'Preámbulo doctrinal' enviado por la Congregación el 14 de septiembre de 2011 a esa Fraternidad. La discusión ha brindado igualmente la oportunidad de facilitar las explicaciones y precisiones oportunas. Por su parte, el obispo Fellay ha ilustrado la situación actual de la Fraternidad y ha prometido que dará a conocer su respuesta en un período de tiempo razonable”.

“Durante el mismo encuentro se ha entregado un borrador de documento que propone una Prelatura Personal como el instrumento más adecuado para el eventual reconocimiento canónico de la Fraternidad”.

“Se confirma que la situación de los otros tres obispos de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, se tratará de forma separada e individual, como se informaba en el comunicado de prensa del 16 de mayo de 2012”.
“Al final de la reunión se ha manifestado el deseo de que, gracias a este momento ulterior de reflexión, se logre alcanzar la plena comunión de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X con la Sede Apostólica”.

Comunicado de la Casa General de la Fraternidad S. San Pío X


El miércoles 13 de junio de 2012, Mons. Bernard Fellay, Superior general de la Fraternidad San Pío X, acompañado del Primer Asistente general, el Padre Niklaus Pfluger, fue recibido por el cardenal William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien le entregó la evaluación de su dicasterio sobre la Declaración doctrinal presentada por la Fraternidad el 15 de abril de 2012, en respuesta al Preámbulo dcotrinal entregado el 14 de septiembre de 2011 por la Congregación de la Fe.

Durante este encuentro, Mons. Fellay escuchó las explicaciones y precisiones del cardenal Levada, al que presentó la situación de la Fraternidad San Pío X y expuso las dificultades doctrinales que presentan el concilio Vaticano II y el Novus Ordo Missae. La voluntad de clarificaciones suplementarias podría derivar en una nueva fase de discusiones.
Al final de este larga reunión de más de 2 horas, Mons. Fellay recibió un proyecto de documento proponiendo una Prelatura personal, en el caso de un eventual reconocimiento canónico de la Fraternidad San Pío X. Durante el encuentro no se discutió la situación de los otros tres obispos de la Fraternidad.
Después de esta reunión, se expresó el deseo de que se continúe el diálogo que permitirá llegar a una solución para el bien de la Iglesia y de las almas.

Fuentes: DICI